martes, 16 de marzo de 2010

Aquello a lo que los humanos llaman celos

Capítulo 1

ALICE POV

De vez en cuando veía a mi hermano con mi mejor amiga y hasta cierto punto me daba envidia. Siempre se les veía tan felices juntos, caminando tomados de la mano por los pasillos del instituto, y también se podía notar cuánto se amaban con solo verlos.

En mi caso, las cosas son muy diferentes. Jasper siempre había sido muy reservado cuando se trataba de demostrar que algo... o alguien le importaba de verdad.

Sin embargo, de vez en cuando me gustaría que las cosas fueran un poco diferentes entre nosotros, que de vez en cuando me mostrara lo que siente con acciones, y no solo con miradas; que tomara mi mano más seguido cuando caminamos juntos en algún lugar; que me hiciera sentir de alguna manera que él me pertenece de la misma manera que yo le pertenezco a él.

(…)

Como todos los lunes, iba caminando hacia mi primera clase del día en el instituto: Español.

¡Qué molesto era todo esto!… Leer los mismos libros todos los años, hacer los mismos trabajos e informes todos los semestres. Esto definitivamente era de pesadilla.

Miré distraídamente por la ventana durante toda la clase sin prestar atención a nada de lo que el profesor estaba explicando. Después de todo, ¿para qué iba a prestarle atención a algo que ya sabía?

Odiaba que todo fuera tan monótono: Siempre tenía que ir a algún colegio y aprender las mismas cosas una y otra vez. También me molestaban las miradas de todos los estudiantes que nos rechazaban y nos hacían a un lado, solo porque éramos… diferentes a ellos.

Desearía que por una vez en la vida, algo diferente ocurriera… aunque cualquier fenómeno de la naturaleza ya había pasado por mis ojos. Estaba segura que tal vez eso me ayudaría a estar un poco más tranquila, y a salir un poco de la rutina que era mi vida.

Sin embargo, todo el resto del día continuó de manera habitual: las clases, las conversaciones entre las personas… ¡Todo lo mismo!

¡Hasta el almuerzo estaba comenzando de la misma manera! Siempre en la misma mesa, junto a mis hermanos (excepto por Edward que estaba con Bella en el otro extremo de la cafetería). Como era habitual, me perdí en mis pensamientos. No estaba de ánimos para hablar con nadie, aunque al parecer Emmett no estaba muy al tanto del asunto, puesto que después de unos segundos de mi llegada a la cafetería comenzó a fastidiarme con sus bromas. Ignoré casi todas, pero de repente mi mente comenzó a llenarse con nuevas imágenes.

Mis visiones estaban trabajando de nuevo; hacía ya bastante tiempo que no tenía ninguna, así que me utilicé toda mi concentración en ella.

Un chico corría a gran velocidad por la ciudad atacando a cuantas personas se cruzaban en su camino, tomando su sangre y arrojando los cuerpos en la calle a la vista de todos; la mayoría de éstos tenían la marca de los colmillos de un auténtico vampiro y varias heridas por su cara, sus brazos y piernas. La imagen de las calles cercanas cambió a una sola: La imagen de aquel chico de cabello negro, bastante musculoso, de ojos grandes y de color rojo encendido, y mirada penetrante, tan fría como el hielo, y hasta un poco enloquecida. Había algo familiar en él, pero cada vez que intentaba recordarlo, un escalofrío recorría mi espalda.

Me levanté de la silla en la que estaba sentada. Mi cuerpo temblaba y, por primera vez en mucho tiempo, pude sentir algo parecido a las náuseas… Aquella escena era horrible. No podía creer que algo así estuviera ocurriendo tan cerca de aquí, donde ya teníamos problemas suficientes con los perros esos.

-¿Qué pasa? –preguntaron con curiosidad mis hermanos -¿Qué es lo que acabas de ver, Alice?

-A un verdadero asesino –murmuré intentando borrar aquella imagen de mi mente –Es un verdadero monstruo… y está cerca, muy cerca.

-¿Y de quién se trata esta vez? –no estaba segura de quién estaba haciendo las preguntas en ese momento, apenas podía escucharlos -¿Qué es lo que está buscando? ¿Otro de los fans de Bella?

- No sé lo que busca… -respondí intentando visualizar nuevamente aquella imagen –Ha matado a varias personas en los alrededores. Ya saben… los últimos asesinatos de los que todo el mundo habla. Sea quien sea, no le importa ser descubierto –di un largo suspiro para poder continuar con más calma –Lo único que pude ver fueron imágenes bastante borrosas sobre los asesinatos que había cometido… y su cara…

-Será mejor comentarlo en casa cuando todos estemos ahí –dijo otra de las personas de la mesa –Carlise sabrá que hacer.

(...)

Me fui temprano a casa, no estaba de humor como para quedarme ahí durante todo el día sin hacer nada. Además, las visiones sobre aquel chico se hacían cada vez más constantes. Definitivamente, fuera quien fuera esa persona, quería volverme completamente loca. Era como si pudiera controlar todas mis visiones y me mostrara sólo lo que él quería que yo viera.

Como era costumbre, Esme no preguntó nada al verme llegar a casa antes de la hora de salida. Tan solo me recibió con su acostumbrada sonrisa, y me dejó subir a mi habitación sin preguntar nada.

Me pasé casi toda la tarde tirada en mi cama, haciendo dibujos de todas las escenas que veían a mi mente. Sabía que no era la mejor en este campo, pero en algo tenía que matar el tiempo libre...

- No creo que eso no sea de mucha ayuda -bromeó Emmett, quien estaba a lado de mi cama. Ni siquiera me había dado cuenta de cuando había entrado -Carlise ya ha llegado a casa, y todos están abajo esperando en la sala para escuchar lo que este pequeño monstrito tiene que decirnos.

Bajé las escaleras sin mucho entusiasmo, y como dijo Emmett, todos estaban ahí esperando con impaciencia.

- ¿Ahora nos puedes decir lo que viste a la hora del almuerzo? -preguntó Rosalie, con impaciencia.

Les conté todo lo que sabía acerca del tema, aunque no era que supiera mucho al respecto, pero les expliqué acerca de las visiones y sobre aquel chico tan misterioso que controlaba todo lo que veía.

- Nada que una buena pelea no pueda solucionar –saltó Emmett con emoción -¿Sabes dónde se encuentra?

- Está cerca, pero no sé en qué lugar exactamente –murmuré débilmente. –Es una persona extremadamente peligrosa; está jugando conmigo y con mi don. Sólo me muestra lo que quiere que vea; y de paso me está dando un fuerte dolor de cabeza.

- Si es ese el caso… entonces creo que lo mejor será que lo busquemos antes de que alguien más lo haga, y creo que ya saben a quienes me refiero –prosiguió Carlise después de evaluar la situación. –Si alguien más lo llegase a encontrar, se desatará la guerra y tendremos que irnos…

- En ese caso, me parece que Emmett tiene razón… sería mejor pelear a tener que irnos de nuevo por una situación similar –prosiguió Edward de manera pensativa –Lo mejor será cazar para estar preparados para la lucha.

Otra lucha entre inmortales estaba próxima a desatarse, y esta vez el enemigo era mucho más peligroso que los anteriores, de eso puedo estar completamente segura.

Sin embargo, había algo que me decía que aquella persona no estaba tan lejos como nosotros esperábamos, y que muy pronto mostraría algo más que una simple visión de sí mismos. La próxima vez que lo viera tenía la impresión de que ya no sería por mis visiones, sino personalmente…

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