martes, 16 de marzo de 2010

Aquello a lo que los humanos llaman celos

Capítulo 23 -El bosque de los enamorados

MARÍA´S POV

Me encontraba buscando una manera de entrar al bosque de los enamorados. Sin embargo, cada vez que lo intentaba, una enorme barrera se interponía en mi camino.

No podía dejar que Jasper se reconciliara con la enana esa; eso arruinaría mi plan por completo.

¡No dejaría que se reconciliaran, el estúpido gnomo ese no me ganaría en este juego!

Si los pude separar una vez, no es imposible volver a hacerlo. Sin embargo, tengo que ser cuidadosa. Un paso en falso y podría ser mi fin.

Mi nuevo mundo de oscuridad estaba a punto de llegar. Una vez que tuviera a Jasper y a Alexander de mi lado, todo sería mucho más fácil. El reinado de los vampiros estaba por llegar, y cuando los Vulturi llegaran, ya seríamos un ejército tan grande y tan bien entrenado, que nadie podría con nosotros.

Sonreí para mí misma. ¡Por fin lo que siempre había deseado estaba al alcance de mi mano!

No dejaría que nadie interfiriera en mi camino.

Tenía que convencer a Jasper y a Alexander, pero, ¿cómo?

No podía convencerlos a ambos…

Sin embargo, Jasper era el punto estratégico de mi plan.

JASPER´S POV

Comencé a guiarla rumbo al centro del bosque; la parte en la que casi nadie podía entrar.

Una vez que estuvimos frente a un montículo de árboles, los cuales estaban tan unidos que no se podía continuar el camino, suspiré profundamente, tomé suavemente la mano de Alice, y puse la mano que tenía libre sobre uno de los árboles. Estos, de repente comenzaron a separarse, dando paso al más hermoso de los paraísos que jamás hubiera visto. Tenía grandes cascadas que salían del extremo de lo que parecía ser una cueva, era un lugar lleno de color por la gran variedad de arbustos y flores que había, y en el puro centro del lugar, estaba la estatua de una hermosa joven. Estaba seguro de que era la chica de la que hablaban las antiguas leyendas.

Nos adentramos en aquel lugar, y después, aquellos árboles volvieron a su lugar, cerrando la puerta al paraíso en el que nos encontrábamos.

-Este es el verdadero bosque de los enamorados –le expliqué. –Sólo las parejas que realmente se aman pueden entrar a este lugar, según cuenta la leyenda.

-¿Leyenda? –preguntó distraída, mientras bailaba por el lugar.

-Así es –afirmé sin quitarle los ojos de encima. –En este lugar empezó la enemistad entre vampiros y licántropos.

Me miró con asombro, dejó de bailar, y se sentó a mi lado.

-¿Qué esperas para empezar con tu historia?

-Se dice que hace muchos años, los vampiros y los lobos vivían en paz. Sin embargo, todo eso cambió cuando Riha, la princesa de los lobos blancos y Joshua, un vampiro, fueron asesinados.

-¿Por qué mataron a la princesa y a Joshua? –preguntó Alice con interés.

-Cosas de la época –le expliqué. –En esos años, el futuro de los hijos era decidido por los padres y lamentablemente, la princesa ya estaba comprometida con un noble muy importante de su tribu antes de conocer a Joshua –continué con el relato. –Se habla de amor a primera vista en el caso de Riha y Joshua, pero nunca se supo a ciencia cierta.

Me detuve por un segundo para mirar a mi acompañante, pero ella continuaba mirándome con aún más interés que antes.

-Muchos decían que los hombres lobo tenían poderes especiales; se decía que no sólo poseían el poder del lobo, sino también se hablaba de hechiceros poderosos que tenían pactos con la luna.

Después de unos cuantos meses de conocerse, comenzaron a verse a escondidas en este mismo lugar -mencioné, intentando concentrarme de nuevo en la historia. -Sin embargo, su suerte no duró mucho más. Pronto, la familia de Riha se dio cuenta de sus encuentros furtivos con Joshua.

A su familia comenzó a parecerle muy sospechoso, que Riha saliera todos los días a la misma hora. Así que ordenaron a Gael, hermano de la princesa a seguirla.

Gael descubrió a la joven pareja. Les advirtió incontables veces lo que les podía suceder si continuaban viéndose a escondidas. Sin embargo, su hermana ignoró cada una de sus palabras.

El prometido de Riha, cansado de la indiferencia de esta, decidió irla a buscar por su cuenta para exigirle una explicación. Sin embargo, la escena que tuvo que presenciar, había pisoteado su orgullo; ahí, frente a él, se encontraba la chica que se suponía pronto sería su esposa, en ese bosque, entregándose a otro hombre.

El noble no era ningún tonto, así que en lugar de atacarlos él mismo. Se dirigió a hablar con el jefe de la manada, el padre de Riha.

Días después, el padre de Riha, su prometido y un pequeño ejército, llegaron al bosque antes que Joshua y la joven princesa. Esperaron escondidos hasta que ellos llegaran, y los atacaron por sorpresa.

Riha comenzó a luchar contra su prometido y algunas otras personas del ejército, pero la peor parte de la batalla la tenía Joshua, quién peleaba contra el líder de la manada y el resto del ejército.

Riha estaba usando la mayor parte de sus poderes como loba en esa pelea; sin embargo, le estaba resultando difícil luchar contra tantos lobos al mismo tiempo, y también estaba al pendiente de la pelea de Joshua contra su padre.

Joshua apenas podía defenderse, las personas con las que luchaba eran mucho más fuertes que él, y rápidamente comenzaron a hacerle heridas bastante profundas.

Riha le gritaba fuertemente a los atacantes de su amado, pero éstos no se detenían.

La pelea continuó unos cuantos minutos más. Hasta que un gran pozo de sangre comenzó a salir del cuerpo de Joshua. Fue entonces cuando el padre de Riha se separó de él.

Miró a su hija con rabia, y esta le devolvió la mirada de la misma manera… Riha, con las pocas fuerzas que le quedaban, ella hizo un último conjuro dirigido a la luna, y de repente, aquellas personas que estaban con ella salieron volando del lugar hasta quedar completamente fuera del bosque.

Se dice que con sus últimas fuerzas, la joven princesa le hizo un hechizo al lugar para que solo los enamorados pudieran entrar, y después de hacerlo, se convirtió en la estatua que vez ahí.

ALICE´S POV

Sonreí un poco, conmovida por la adorable historia que Jasper me había contado. Era una de las historias de amor más tristes que había escuchado en toda mi vida.

No quería que mi historia con él terminara de esa manera. La historia de mi vida era mi propio cuento de hadas. Yo también quería tener un final feliz.

No lo había mirado una sola vez desde que había terminado; me sentía tan nerviosa que mis manos temblaban. Sin embargo, tenía que enfrentarlo. No podía ser tan cobarde.

Lentamente, fui moviendo mi mirada para verlo a los ojos; no me detendría hasta poder lograrlo.

Una vez que nuestras miradas se cruzaron, por fin pude comprenderlo: en sus ojos podía notar una enorme angustia, y también gran sinceridad.

No podía dejar de observarlo. Por más que lo intentara, no lograba apartar mi mirada de él. Era como si una fuerza hipnótica me estuviera dominando.

No pude evitar comenzar a acercarme a él y, en pocos segundos, nuestros rostros estaban a sólo unos centímetros.

Su mano acarició mi mejilla con suavidad, y pronto aquella distancia que nos separaba desapareció.

Nuestro beso comenzó de una manera dulce y tierna. Sin embargo, éste comenzó a apasionarse cada vez más; las caricias cada vez se volvían más exigentes también.

Lo había decidido, este día por fin me entregaría a él en cuerpo y alma, sin poner condiciones, ya que más allá del orgullo y todo lo demás, el amor era el sentimiento más poderoso y hermoso que hubiese conocido jamás.

ALEXANDER´S POV

Finalmente lo comprendí, Alice no es para mí.

En los últimos días apenas nos habíamos hablado, y en su mirada podía notar un brillo cada vez que Jasper se le acercaba.

Su mirada de niña enamorada me hizo decidirme. Ya no tenía caso estar luchando por una causa perdida. De ahora en adelante, viviría mi vida como cualquier otro vampiro en este mundo. Tal vez algún día encontraría el amor en otra persona. Sin embargo, aún estaba interesado en saber por qué demonios había sucedido todo esto.

Tal vez las respuestas que estaba buscando se encontraban en mi pasado; tal vez había estado tan desesperado por encontrar pistas que me llevaran hasta ella, que no me había percatado de lo cerca que podía estar de encontrar la verdad. Sin embargo, para poder descubrirlo, debía regresar para ver si John se encontraba cerca.

(…)

Comencé un nuevo viaje, esta vez solo, en busca de mi propia verdad; en busca de aquella verdad que me había separado de la mujer que tanto amo.

Nada había cambiado, todo seguía siendo igual en este lugar, un enorme lugar con mil y una cosas aburridas.

Era una pequeña cabaña de madera en el bosque, en donde viví durante mis primeros años como vampiro. Era vieja, y ya estaba en muy mal estado, que en cualquier movimiento brusco del viento podría caerse. Sin embargo, lugares como ese, eran los favoritos de John para ocultarse.

Abrí la puerta con violencia sin esperar, y por fin, después de tanto tiempo, ahí, sentado en una vieja mecedora, estaba John.

-¡Alexander! –exclamó, sin tan siquiera mirarme. –Hace mucho tiempo que no te veía… ¿a qué debo tu inesperada visita?

-Me gustaría saber qué sucedió el día que ella tuvo que escapar de aquella tropa de vampiros que atacó nuestro territorio –exigí saber. -¿Cómo es que Alice no logra recordar nada de lo que pasó?

-Si en verdad quieres escuchar la historia, será mejor que traigas aquí a tu amada Alice, si es que aún está con vida… -dijo con una sonrisa malvada. –Ella también necesita conocer la historia de lo que pasó, y no quiero explicar dos veces lo mismo.

-Prométeme que no le harás daño si la traigo ante ti –le pedí.

-¿Qué daño podría causarle? –preguntó enarcando una ceja. –Me crees capaz de hacer algo como eso.

Salí lo más rápido que pude. No confiaba en él, pero si quería descubrir lo que realmente había pasado, debía traer a Alice a este lugar.

0 comentarios:

Publicar un comentario