martes, 16 de marzo de 2010

Aquello a lo que los humanos llaman celos

Capítulo 13 -Amor o confusión

JASPER´S POV

Me quedé perplejo… no sabía que hacer…obviamente no deseaba devolverle ese beso. Sin embargo, por alguna extraña razón me sentía tentado.

Podía sentir sus labios pegados a los míos, tan suaves, tan sensuales, tan tentadores…

No sabía qué me pasaba… ¿por qué estaba sintiendo todo aquello si no la quería? Yo ya la había olvidado… ¿o no era así?

Amaba a Alice; de eso estaba completamente seguro… no estaba dudando de mi amor por ella. Sin embargo… ¿qué era el sentimiento que tenía en ese momento?

Ya habían pasado varios segundos desde que su beso había comenzado, y aún seguía ahí, pegada a mí sin querer separarse. ¿Por qué no se rendía y se marchaba de una vez por todas?

María quería llevarme al infierno junto con ella… quería hacerme miserable. Deseaba que dejara todo por ella para que las cosas terminaran siendo como la última vez.

¡No iba a dejar que hiciera de mí su voluntad! ¡No podía caer en su juego! ¡Debía ser fuerte! ¡Tenía que apartarla de mí!

Podía sentir cómo apasionaba cada vez más el beso mientras pasaban los segundos.

Finalmente, su lengua se abrió paso entre mis labios y rozó la mía con suavidad.

No pude evitarlo por más tiempo… la acerqué a mí lo más que pude y la besé.

No era un beso tierno, estaba lleno de fuerza y pasión.

ALICE´S POV

Podía sentir los labios de Alexander sobre los míos.

Conocía esos labios; estaba segura de haberlos besado tal vez hace varios años.

Su beso era muy tierno y estaba lleno de cariño y deseo también.

Con sólo aquel beso me había transmitido todo lo que sentía; sin embargo, yo no podía corresponderle… yo amaba a mi novio… no podía hacerle eso a Jasper. Definitivamente no podía.

Aparté mi cara lentamente y desvié mi mirada.

Ahora que lo comprendía un poco mejor, sentía un poco de pena por él. Sin embargo, no podía obligar a mi corazón a amarlo de nuevo, cuando ya su lugar había sido ocupado por otra persona.

Él me miró, sonrió con tristeza y se separó de mí.

No quería verlo así… me sentía mal por él, pero ¿qué más podía hacer?

Cerré los ojos con fuerza para tranquilizarme… ¿por qué todo esto estaba pasando? ¿Por qué el destino nos estaba poniendo esta prueba? ¿Acaso Jasper y yo en verdad no estábamos destinados a estar juntos y por eso María y Alexander estaban aquí?

De repente, una visión vino a mi mente… Era lo más horrible, repulsivo y doloroso que hubiese visto antes.

¡Jasper estaba besando a María! ¿Cómo pudo hacerme eso? ¿Cómo, después de todo lo que hemos vivido juntos, me hacía eso?

-¿Alice? –escuché preguntar a Alexander a lo lejos, apenas lo escuchaba. -¿Qué sucede?

Varias lágrimas salieron de mis ojos inmediatamente.

No podía soportar el dolor… Me sentía utilizada.

ALEXANDER´S POV

Ella volteó su mirada para que el beso terminara.

La miré fijamente… todo aquello era muy doloroso para mí. Yo deseaba que ella volviera conmigo… estaba dispuesto a demostrárselo. Tan sólo buscaba una segunda oportunidad… ¿era eso mucho pedir?

De un momento a otro, me miró con expresión ausente…

Estaba teniendo una visión… la conocía tan bien que estaba seguro de eso.

-¿Alice? –pregunté preocupado. -¿Qué sucede?

De repente, vi algo en su rostro que me sorprendió: lágrimas… ¡Había lágrimas en él!

-Termina con tu historia… -dijo mientras algunas de sus lágrimas caían en el suelo. –Necesito saber cómo termina… quiero saber la razón por la que me separé de ti… por la que estoy viviendo este infierno.

La observé un tanto confundido… ¿qué había sido lo que había visto que la hacía hablar de esa manera?

*FLASH BACK*

Era la noche de un veinte de abril; la noche estaba tranquila, con un millón de estrellas y una enorme luna llena brillando en las profundidades del cielo.

Alice y yo nos encontrábamos de cacería en el pueblo contiguo al campamento… siempre nos escapábamos para ir de cacería juntos… o al menos poder pasar unas cuantas horas juntos.

Ahora que Alice y yo estábamos "comprometidos" intentábamos estar juntos la mayor parte del tiempo, o al menos en la medida de lo posible.

Por lo general, nos gustaba cazar juntos y beber la sangre del mismo cuerpo… Todo lo hacíamos juntos.

Sin embargo, debía suponer que algo iba mal… nunca había noches tan tranquilas como aquellas cuando se estaba en una guerra.

A lo lejos pude ver como grandes columnas de humo y llamas se levantaban hacia el cielo.

-Tenemos que regresar, Alice –le señalé el campamento, de dónde provenían las llamas.

-Aún tengo hambre –se quejó haciendo un pequeño puchero.

-Lo sé, yo también, pero debemos irnos ya –contesté tomando su mano para empezar a correr. –Después de la lucha podremos comer todo lo que queramos.

Corrimos lo más rápido que pudimos para llegar al campamento antes que fuera demasiado tarde. Sin embargo, la mayor parte del campamento estaba en llamas, y había varios cuerpos de nuestros soldados desparramados en el piso sin vida.

-¿En dónde demonios te habías metido, Alexander? –me regañó John. –Mira lo que ha pasado… ¡y todo esto es culpa tuya!

-También necesito alimentarme, por si no lo sabías… -me defendí. –Después de todo, ¿me vas a decir que eres tan inútil como para no poder montar una estrategia tú solo cuando eres atacado por sorpresa?

-¡Para eso te tengo a ti! ¡Por eso te convertí! –gritó, mientras terminaba con uno de sus contrincantes. –Ahora… ¡vayan a pelear!

Aquella era la tropa de vampiros más grande de todos los tiempos. Nunca podríamos vencer a un grupo tan grande… era imposible… Pero si no nos rendíamos terminarían matándonos a todos.

-¡Huye! –le pedí a Alice. –Te matarán… por favor huye de aquí… Te alcanzaré cuando todo se haya acabado.

-¡A ti también te matarán, Alex! –replicó negando con su cabeza. –¡No pienso irme de aquí! Si tu vas a morir… que nos maten a los dos.

-Nada va a pasarme, cariño –murmuré suavemente. Tomé su rostro entre mis manos para que me mirara. –Confía en mí. Yo te buscaré después… Por favor… vete.

Sabía que no le agradaba la idea de huir. Sin embargo, tenía que hacerlo para sobrevivir, y si era necesario me sacrificaría para que no la encontraran.

Me besó con ternura durante unos segundos, y después salió corriendo.

Sin ser detectado entré a la que era la habitación de Alice, y pude sacar de ahí uno de lo objetos más importantes para ella antes que se quemara junto con el campamento: la caja de música de la bailarina.

Nos quitaron el territorio; sin embargo, no lograron atraparme.

Cuando llegaron a revisar el lugar, me hice pasar por muerto y continuaron con su camino.

Empecé a buscar a John y Alice. Ninguno de los dos aparecía por ninguna parte… ¿en dónde pudieron haberse ocultado?

-¿En qué estabas pensando, Alexander? –preguntó molesta la voz de John, oculto tras unos arbustos -¿Cómo fuiste tan tonto como para irte de esa manera sin consúltame antes?

-¿Sabes dónde está Alice? –lo interrogué. –No logro encontrarla.

-No, no sé dónde está Alice –respondió con brusquedad. –Ya regresará…

Pasaron las horas, los días, los meses, pasó un año… y aún no tenía señales de Alice…

¿A dónde se había ido?, ¿por qué no regresaba?, ¿por qué me había abandonado?, ¿acaso en realidad ella no me quería?

Me cansé de quedarme en el mismo lugar con John, así que una noche cuando él estaba entretenido con otros asuntos, escapé y comencé un nuevo viaje para buscarla.

¡Tenía que encontrar a mi Alice! No me importó renunciar a todo por ella… Solamente quería encontrarla… quería ver que estuviera bien, y que por fin pudiéramos ser felices juntos.

*FIN FLASH BACK*

-Después de eso, no volví a saber nada de ti –la, miré intentando fingir indiferencia. Sin embargo, aún me torturaba mi pasado y hablar con sobre él era como abrir una herida vieja. –Siempre he querido saberlo, y aún estoy buscándole una explicación a lo que sucedió. Dime, Alice, ¿por qué me abandonaste?

-El destino no siempre es muy justo, ¿no es así? –preguntó sin prestarme ni la mínima atención. -¡Te odio, Jasper Whitlock!

Me acerqué a ella y quité las cadenas que la mantenían atada a la pared. Sin embargo, ella cayó al suelo y lloró con más fuerza aún.

-¡Alice! –no pude evitar preocuparme. -¿Te lastimaste? ¿Qué ocurrió?

-¡No me quiere, Alex! ¡Nunca me quiso! -exclamó abrazándose a sí misma. –Lo vi besando a su "ex novia".

-Oh… -murmuré débilmente. –Lo lamento.

Después de unos minutos, ella se lanzó a mis brazos para llorar.

-Perdóname. En verdad lo siento mucho, pero no puedo evitarlo –se disculpó aferrándose fuertemente a mí.

-Hay un par de cosas que debo mostrarte… ¿te gustaría verlas ahora? –pregunté cautelosamente. –Son las pruebas que me has pedido, pero si no quieres verlas ahora puedo entenderlo…

-Estoy bien… -dijo en un susurro. –Creo que podré soportarlo…

Hishi, mi mascota, debía seguir ahí afuera esperando mi llamado… así que tomé la pequeña flauta de madera que guardaba en la bolsa del pantalón y toqué una nota.

A los pocos segundos… Hishi estaba parado en las rejas de la celda… con la pequeña bolsa que le había dado en su pico.

Extendí mi brazo… y él entró por el estrecho espacio de las rejas para posarse en mi brazo.

-Son criaturas sorprendentes los halcones, ¿no es cierto?

Miró a Hishi con asombro, y aquellas lágrimas que brotaban antes de sus ojos dejaron de salir.

-¡Sorprendente! –exclamó. –Creí que estaban extintos.

-Ven… tengo algo que darte –me senté cerca de la ventana. –Estas cosas eran tuyas… espero que las recuerdes…

Abrí la bolsa que Hishi me había traído y le di el primer objeto: una caja de música.

Ella tomó la caja con cuidado y la abrió. Una triste melodía comenzó a sonar, mientras la pequeña figura de una bailarina aparecía bailando.

-Conozco esta canción… y también la caja –afirmó confundida. –Pero… ¿por qué la tienes tú?

-Pues verás… -comencé a explicarle. –Cuando te fuiste dejaste tus cosas en el campamento… Esta fue una de las pocas cosas que pude salvar del ataque enemigo.

-Entiendo…

-Esto también es tuyo –dije, entregándole una pequeña caja. –No sé si lo recuerdes…

Dentro de la caja estaba el anillo que le había regalado para nuestro compromiso.

-¡Lo recuerdo! –gritó alegremente. -¡Es precioso! Pero no puedo aceptarlo… no ahora…

-Sí, comprendo, pero ¿qué piensas hacer ahora, Alice? –interrogué. -¿Piensas regresar a casa con él?

-No… -de nuevo las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. –No puedo perdonarle algo así…

-Entonces permíteme acompañarte –propuse. –Prometo que no te exigiré nada. Seré… tu amigo si así lo deseas.

Ahora que el perdedor de su noviecito cometió el error más grande de su vida… tengo que aprovechar la oportunidad para convencerla de regresar conmigo. Esta vez tendría que actuar con cautela hasta que ella tomara la decisión de que quería estar a mi lado de nuevo.

No reclamaría, no la volvería a tratar mal; actitudes como esa me podían llevar a la completa ruina… tenía que ser inteligente, si tenía una oportunidad con ella debía de utilizar mis mejores armas y aprovecharla.

ROSALIE´S POV

¡Maldito! ¡Que seas millones de veces maldito, Jasper Whitlock!

¿Cómo te atreviste tan si quiera a pensar en hacerle eso a Alice?

Alice ya se tuvo que haber enterado. De seguro lo había visto en alguna de sus visiones. Pero, si no era así, y Jasper trataba de mentirle, yo misma se lo contaría.

Emmett estaba a punto de romper la ventana de un solo golpe para ir a golpear a esos dos. Al parecer estaba tan molesto como yo.

-¡Yo lo mató! –gritó Emmett con fuerza. -¡Sólo espera y verás a esta sexy tortuga ninja en acción!

-Emmett, no podemos hacer nada… -susurré débilmente, mientras mi cuerpo temblaba involuntariamente. –Esa fue la decisión que él tomó y debemos respetarla, por más que no estemos de acuerdo.

-¡Ya verás! –continuaba gritando él. -¡Waaaaaaaaa! ¡Giaaaaaaaaaa! ¡Kyaaaaaaaa! –exclamaba, mientras jugaba con los chacos del disfraz de tortuga ninja. Como siempre, estaba ignorando cada palabra que le decía…

-No harás nada. Quédate quieto… ¿quieres? –respondí molesta.

Emmett estuvo nuevamente a punto de romper la ventana, esta vez con sus armas de juguete. Tuve que arrastrarlo de la oreja para alejarlo de ahí.

-¡¿Qué haces, Rose?! –se quejó, mirándome con aquella cara de niño a quien regañan después de haber hecho una travesura. –¡Déjame ir tras ellos! ¡Te prometo deshacerme después de los cuerpos! ¡No me detengas! ¡Déjame ir por ellos!

Lo amaba… definitivamente lo amaba.

Era como un niño pequeño, tan tierno e inocente, aunque por su tamaño dijera lo contrario.

Tomé su rostro entre mis manos; lo miré por unos instantes, y después lo besé tiernamente.

MARÍA´S POV

¡Lo había logrado!

¡Jasper me estaba besando a mí, y no a esa niña!

¡Me muero de ganas por ver la reacción de su amada Alice cuando se dé cuenta de que su querido Jasper me había besado!

¡Ja! ¿Cuánto te duro el gusto por la enana esa, Jasper? ¡Inmediatamente después de que ella se va, caías rendido a mis pies de nuevo, igual que antes! ¡Todo era como tenía que ser!

Jasper y yo estábamos de nuevo en las puertas del cielo.

Ya nada podría apartarme de él… ni siquiera su estúpida noviecita de bolsillo.

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